Ahora que ya está formalizada la Declaratoria de Desastres para tres municipios de Durango, desde el Congreso del Estado habrá vigilancia para que los recursos lleguen en tiempo y que no haya familias que se queden sin atender, asà lo señaló el diputado Carlos Maturino Manzanera, Coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) y presidente de la Comisión de Protección Civil en el legislativo.
Reconoció asimismo que con el cambio de Gobierno Federal existe el riesgo de que puedan darse retrasos, y justamente en ello radica la gestión, vigilancia e insistencia desde el Congreso Local, teniendo en cuenta las prioridades de la población que fue afectada.
El legislador albiazul de refirió a lo anterior al señalar que este lunes 5 de noviembre el Diario Oficial de la Federación formalizó la Declaratoria de Desastre para tres municipios de Durango, luego del paso del huracán Willa, que la noche del 23 y madrugada del 24 de noviembre, provocó lluvias torrenciales principalmente en la región serrana.
Precisó que el monto de la declaratoria está todavÃa en proceso de definirse, pero deberá ser suficiente para permitir la atención de los daños causados a la infraestructura estatal, que tan solo en el rubro carretero, supera los 500 millones, según datos de Secope. Esos daños se concentraron en los municipios de Durango, Mezquital y Pueblo Nuevo.
Explicó asimismo que la Declaratoria de Desastre es diferente a la Declaratoria de Emergencia, ya que la de Desastre, de acuerdo a las reglas del Fondo de Desastres Naturales, destina sus recursos a las afectaciones en infraestructura básica y vivienda, entre otros rubros.
Destacó que es digno de reconocer que aún y cuando se aprobaron las dos declaratorias, el Gobierno del Estado se ha sumado también con acciones emergentes para atender a las familias afectadas. Por ejemplo, esta semana la SecretarÃa de Desarrollo Social iniciará el reparto de enseres domésticos a más de 150 familias que, literalmente, lo perdieron todo.
A ellos se les entregarán, entre otros objetos, licuadoras, camas, estufas, refrigeradores, y otros electrodomésticos afectados por las inundaciones. Sirva de ejemplo el caso de El Pueblito, donde el agua alcanzó en algunos puntos los 1.50 metros de altura.
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